El domingo 19 de abril del 2020 fuimos fortalecidos y renovados desde nuestros hogares a través de nuestro culto virtual transmitido por Radio Televisión Vida.

La ministración de la palabra estuvo a cargo de la Rev. Olga Cabrera bajo el tema “Obstáculo removido para consolación” basado en Isaías 40:1-11. Estuvo haciendo una reflexión de cómo nuestras vidas, planes, economía han cambiado drásticamente para ser llevadas, no a derrota, sino a una mayor profundidad en la búsqueda de Dios. 

Hasta hace unos meses atrás parecía que todo estaba bajo control, nuestros cheques, nuestra salud, aún nuestra vida espiritual. Como consecuencia de esto, “antes de la pandemia,” muchos estábamos indiferentes para con Dios. Muchos habían creado su forma de servir a Dios y se olvidaron que “Dios quiere que lo torcido se enderece.” 

La predicadora nos decía: “no temas, esta crisis es para que despertemos y luchemos por nuestras vidas, sacar la raíz de amargura, la crítica, actitud de doble vida y todo aquello que en algún momento nos distrajo de Dios”.  De esta manera, nos trajo un mensaje de esperanza invitándonos a que visualicemos la Gloria de Dios. 

Nos encontramos ante una nueva realidad. “Nuestras vidas y nuestros cultos serán diferentes después de esta pandemia, nos levantaremos. Y nuestros montes de enfermedad y aflicción serán reducidos a llanuras” en la medida que entendamos que este es tiempo de buscar a Dios. Y por último, Dejo una responsabilidad en todos nosotros. “Tenemos que interceder por esta humanidad, la cual no conoce a Dios. Ellos tienen su esperanza en nuestras oraciones”.  

Hermanos recordemos que el mundo se vio beneficiado por la obediencia y el sufrimiento del apóstol Pablo y otros mártires. Aún más, el mundo fue salvo por las heridas y la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo. 

Hagamos que el mundo, en esta hora de dolor, se vea beneficiado por tu obediencia y entrega a Dios. Que a través de ti, ellos puedan ver la misericordia y gracia de Dios.  ¡No desperdiciemos el tiempo, Cristo viene por nosotros iglesia! 

Hermano, predique en todo tiempo con su celular, redes sociales y todo lo que esté en sus manos, pero sobre todo interceda con sus rodillas.  ¡Mantengámonos unidos que nuestro galardón está cerca!