Resumen escrito por la Pastora Angela Gil
Escuela Dominical
1 Timoteo 6:20
“Guardando Nuestro Buen Depósito”
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.” 2 Timoteo 1:12-14
La Rev. Débora González, Pastora en la Iglesia del MMM en la ciudad de Charlotte, North Carolina, enseñaba al pueblo de Dios una Palabra muy edificante. Un hombre de Dios capacita, instruye, enseña y prepara obreros de tal manera que estén listos para trabajar en la viña del Señor. Así tenemos que capacitar a los que están a nuestro alrededor.
Es de suma importancia que el obrero no retenga el conocimiento para sobresalir ellos mismos. Qué bueno cuando no hay espíritu de fama ni de reconocimiento; sino que entienden que lo que tienen lo han recibido por la gracia y misericordia de Dios. Pablo es un gran ejemplo para los líderes y pueblo de Dios de este tiempo. El Señor mismo lo capacitó y de la misma manera él así lo hizo con Timoteo. Tomó su tiempo para instruirlo dándole todo el conocimiento que había recibido del Señor.
Timoteo era exhortado a guardar la enseñanza, la Palabra De Dios que se le había encomendado, reteniéndolo todo, completo e íntegro. La Pastora Débora González explicaba que Pablo estaba confiado, seguro. Él tuvo una verdadera conversión. Enseñándonos así que cuando hemos tenido una verdadera experiencia, no hay quién nos haga retroceder y tampoco somos enredados en falsas doctrinas cayendo en doctrinas de error.
Pero, ¿de cuál depositó habla Pablo? El depósito donde habitaba el Santo Espíritu, la presencia De Dios en su vida. Él no quería estar sin la presencia del Señor. Le decía a Timoteo que guardara esto como algo precioso porque cuando le llegaran las grandes necesidades, las grandes pruebas; éste depósito sería su sustento. Timoteo representa a cada uno de los creyentes, siendo exhortados a evitar lo profano y las conversaciones que desagradan a Dios. 2 Timoteo 2:16 dice: “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.” El creyente es vulnerable a estas cosas cuando se descuida la comunión con el Señor y de su Palabra.
No vivan conforme a este mundo, ni siguiendo las pisadas de aquellos con influencias que no provienen de Dios. No se enreden en estas cosas que sólo llevan a la perdición y a desagradar a Dios, evítelos. Por lo tanto, es necesaria la gracia y la presencia de Dios para poder batallar y salir vencedores.
¡Guarda tu depósito Iglesia del Señor!