En medio de la incertidumbre que está tomando lugar en estos tiempos, hemos visto una gran necesidad en nuestra niñez al estar privados de su enseñanza bíblica debido al distanciamiento social. La Iglesia del Movimiento Misionero Mundial en Washington D.C. con sus pastores Angel y Maryori Cavero, sintieron de parte del Señor la carga de tener un medio para llegar a nuestros niños a través de un Programa Infantil Cristiano. Se formó un equipo para cumplir esta misión llevando a cabo el nacimiento del nuevo proyecto, “Creciendo Con Jesús”.

El mismo es un programa infantil virtual que busca llevar el mensaje del evangelio con valores cristianos a los niños de una manera divertida y amena. Cada domingo, Miss Shesy y Miss Malú se esmeran con alabanzas e historias bíblicas interactuando con ellos mediante preguntas y respuestas. Los padres son parte esencial de este proyecto ya que ellos nos envían videos y saludos de los niños.

Lo que empezó como una idea para la iglesia local está abarcando a muchos niños de diferentes países. Sentimos un gran gozo de ser de bendición para muchos de ellos. ¡Gloria a Dios! Recientemente hablábamos de un tema muy importante, “Yo cuido mi corazón” con base en Génesis 4:1-16, la historia de Caín y Abel. Enseñando a los niños a no emplear el enojo, la envidia y la violencia entre hermanos ya que traen consecuencias negativas y no agrada a Dios. Así motivamos a los niños a cuidar sus corazones amando a Dios y a sus prójimo. Al finalizar ellos se comprometían a que pondrían de su parte para cuidar sus corazoncitos y así agradar a Dios. Concluíamos memorizando un versículo que está en 1 Juan 4:21, “El que ama a Dios, ame también a su hermano”.

Por eso amados Maestros de Niños, no nos quedemos con los brazos cruzados ante la necesidad que vemos en nuestra niñez. “Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”. No digas; “No puedo, o no me siento capaz”. “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece” Filipenses 4:13. Tú tienes una gran responsabilidad para seguir impartiendo la palabra de Dios en estos moldeables corazones. No te límites y amplía tu visión en esta hermosa labor con los niños, porque ellos serán la generación de relevo en la obra del Señor.

¡Dios les bendiga!